Marcha del Belén 16 diciembre 2018
Kilómetros: 13,7
Desnivel: 400 m.
Dificultad: baja
Hora de salida 8:30 desde la estación de autobús, 9:30 en el Rasillo
Situados frente a la entrada de las cárnicas de El Rasillo, sale una pista a la derecha, seguidamente encontramos una perrera y un cercado de caballos. En la siguiente bifurcación vamos por el camino de la derecha y atravesamos un antiguo vertederos clausurado, y de frente por la pista de la derecha que nos adentra en el pinar. Siguiendo esta pista durante una hora, a paso infantil, llegamos a la captación de agua y tomamos la pista que sigue a la izquierda (20 minutos más hasta la cueva), hasta un cruce de caminos y términos municipales, delimitados por alambrada y señal de prohibición de circulación. Abandonamos la pista de frente, caminando paralelos a la alambrada que tenemos a nuestra izquierda, hasta encontrarnos con una ligera subida y entre los arboles apreciamos un «árbol del ahorcado» (árbol seco que con los años se ha mermado o los de alrededor han crecido) y tras este árbol, tendiendo levemente a la derecha encontramos la boca de Cerrauco.
Descripción de la cavidad:
Nada más entrar en la cavidad donde se encuentra el recibidor se puede dejar las mochilas a los laterales, siempre que tengamos mal tiempo en la boca de la cueva.
Tras una bajada con piedras sueltas o canchal, accedemos a una plataforma que es el fondo de la «V» que describe la topografía, lugar apropiado para la colocación del nacimiento, cantico de villancicos y deleite de las suculentas viandas aportadas por los asistentes.
Es importante traer iluminación aún siendo la cavidad amplia y limpia, PERO, aun habiendo estabilizado las piedras no se debe estar subiendo y bajando como si fuera la escalera de su casa.
Para los más aventureros queda la otra mitad de cavidad, opuesta a la salida, con una contrasubida un poca más húmeda y con algo de barro.
Tras la colocación del Belén en la cueva ascenderemos por suave pendiente a la Majada de las Matas, culminada por una cruz donde se colocará el Belén de Montaña, cantando los villancicos.
El retorno a El Rasillo se efectuará por una trocha, coincidiendo sólo unos metros con la de la ascensión a la cueva de Cerrauco.
Posteriormente, continuando por una pista o bien a través de un encinar podremos contemplar una bonita vista de Ortigosa, desde encima de las cuevas y, por el GR, volveremos a los coches y el autobús.
Luis Fernando Caro
Isidro Porres