“Barranco del Rigüelo”

Fotocrónicas (XLII)

         Dentro del territorio conocido como Peñas de Matute y Tobía, uno de los cursos de agua es éste que vemos en la imagen, el barranco del Rigüelo. Un paisaje primitivo, abrupto, erosionado, de impresionantes conglomerados que caen a pico hasta el cauce. Caminar por el mismo fondo es como retornar al Pleistoceno, le hace sentir al montañero insignificante, apenas una pavesa en un incendio.

         Barranco arriba, llegamos al Salto del Agua, una hermosa cascada entre un caos de rocas. Más adelante, en el término de la Cubilla, confluyen dos arroyos: el Manzanar y el Cervanco. Juntos forman el Rigüelo. Pero si continuamos el ascenso por la valleja del Manzanar, entramos en uno de los mejores hayedos de La Rioja. Su belleza corta el aliento.

         Al coronar todo el barranco, saldremos a las majadas del Manzanar, jugoso praderío y espléndido mirador de la Demanda. Las primeras aguas de este valle le vienen aún de más arriba, del cordal de las Peñas del Oro, a unos 1.450 metros de altitud. Que lo disfrutéis.

Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla