Fotocrónicas (XXVII)
Dice Ernesto Reiner en su libro «Viaje por el Camero Viejo: Es una gran ermita, con una larga y ancha capilla, hermosos corrales y vivienda para el santero, con buenas rejas en todas las ventanas. Antes se reunían en romería en esta ermita los de Soto y los de Treguajantes los días 6 de Mayo y 12 de Septiembre». Eso dice.
Y añado yo que llegar hasta aquí andando la vieja senda entre Soto y Treguajantes es una experiencia impagable. Una oportunidad magnífica de conocer un auténtico camino de herradura, labrado de forma sabia, que nos lleva hasta la ermita sin sobresaltos.
Como un viejo faro en la tierra de Cameros, la ermita de Serrias aguanta mal que bien los embates del tiempo, Hace mucho que perdió la techumbre y también cualquier adorno que embellecía sus paredes, pero lo cierto es que la obra sigue siendo hermosa y el lugar resulta una perfecta atalaya desde donde admirar y reconocer una dilatada porción del Camero Viejo. Ojalá que os guste.