Fotocrónicas (LXX)
Cebollera alberga una enorme diversidad de paisajes, que le otorgan una riqueza natural y una hermosura extraordinarias. Podemos disfrutar en su geografía de poderosas cumbres, arroyos de generosas aguas, frondosos bosques de hayas, robles y pinos, jugosas majadas que son un legado de su tradición y economía ganadera, desecadas como ríos de piedra, y los fascinantes Hoyos de Iregua.
Pero para quien suscribe esta Fotocrónica, la joya de la corona es este rincón entre pinos en el camino que une Villoslada y Lumbreras. La Laguna de La Nava, ahora mismo pletórica de agua, no tiene competencia en toda la sierra. Así, no es de extrañar que diera origen a coplillas que todavía recuerdan sus mayores.
Dicen los de Villoslada:
“Por mojar tus rodillas / te metiste en La Nava /
saliste toda arrecida / empapadas las enaguas»
Y replican los de Lumbreras:
“No tengas miedo, chiquilla / y lávate en sus frescas aguas /
que bajan de las Navillas / benditas por la Virgen serrana”
Si es posible, ve y visítala sin tardanza. Todo un regalo.
Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla