Fotocrónicas (XLV)
Santa Marina es el paradigma de aldea, de lo que fueron hasta hace pocas décadas la mayor parte de los pueblos serranos de La Rioja y aún de España. Esa tradición, ese legado ancestral de usos, oficios y costumbres que en buena medida se han perdido, aquí se conservan todavía de forma muy similar a como se realizaban desde hace siglos.
Santa Marina es una aldea valiente, acostumbrada a arrecirse cuando el calamoco blanquea sin piedad la dehesa, y a soportar la canícula que abrasa los pastos y seca las fuentes. Aquí, ya se sabe, nueve meses de invierno… y tres de infierno. La escasez de medios da un sentido primario a lo que se posee. Nada sobra. Y lo que se obtiene está destinado a perdurar.
Santa Marina es una aldea anacrónica y encantadora, con aire de población primitiva, de asentamiento pastoril, que mantiene a gala la hospitalidad en todos los vecinos, que todavía aguantan, mal que bien, el transcurrir de la vida. Te invito a subir allí arriba y conocerla.
Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla