Fotocrónicas (215)
Taramundi suena bien, su nombre tiene melodía, magia y misterio. Quizás nombre de cuento, de lugar de leyenda, de cosa inventada para dormir a los niños. Pero Taramundi es real, como reales y maravillosos son sus montañas y bosques y barrancos y arroyos. Todo ello regalo impagable de una Naturaleza generosa en el occidente de Asturias, ya lindando con Galicia.
Taramundi alberga todos los ingenios que al visitante se le pueda ocurrir y alguno más. Allí se han dado cita muchas de las artesanías que, penosamente, se van perdiendo poco a poco. Sobre todo la cuchillería y los telares y los cueros y la madera y la pizarra… pero también la elaboración artesana de pan, sidra, quesos, mermeladas y licores. En fin, un Dorado etnográfico de primer orden.
Donde se juntan los ríos Cabreira y Turía, a tiro de piedra de Taramundi, se yergue con orgullo el complejo molinar de Mazonovo. Un grupo de edificios con aire medieval que albergan el saber antiguo en relación a la elaboración del pan y los ingenios mecánicos necesarios para tal fin. El Museo de los Molinos de Taramundi es un hermoso ejemplo de la capacidad humana para crear belleza.
Texto y fotografía: Jesús M Escarza Somovilla
