Fotocrónicas (CLXV)
Así ha definido alguien con gusto este lugar fascinante, que se ubica en el rincón más septentrional de España. El Cabo, o Punta de Estaca de Bares, es una daga de aguda piedra que apuñala tanto el Atlántico como el Cantábrico justo donde chocan ambas aguas. La Estaca de Bares yergue su lomo mineral entre las rías de Ortigueira y del Barqueiro y es el límite natural entre A Coruña y Lugo.
Cerca de este promontorio rocoso se erige el faro. Y un poco más al Sureste se esconde, en su coqueta bahía, el puerto de Bares, que sirve de imagen a la Fotocrónica de hoy. Se trata de un humilde pueblo de pescadores, que en tiempos pretéritos cazaban ballenas y ahora se afanan en la pesca de la sardina.
Se cree que el origen de Bares es fenicio, aunque hasta el año 916 (en un documento firmado por el rey Ordoño II) no hay una referencia escrita sobre la existencia de esta población. Pertenece al municipio de Mañón, comarca de Ortegal, provincia de A Coruña, Galicia. Sin duda, un cachito de naturaleza que merece la pena.