“Donde muere el padre Ebro”

Fotocrónicas (CLXXXVI)

Nuestro querido padre Ebro bien merece una Fotocrónica. Pero si hubiera alguna duda, los datos que le adornan no dejan lugar a controversias. Con sus 930 km. de longitud, el Ebro es el río más largo de España y el segundo, tras el Nilo, de los que desaguan en el Mediterráneo. La cuenca hidrográfica abarca 86.100 km2 (casi la quinta parte de España). Nace en Fontibre, riega las tierras de 10 provincias y desagua en Deltebre, en el delta que él mismo ha creado tenazmente a base ingentes aportes de vegetales, piedras, arenas y limos.  

Sin embargo, la construcción de embalses a lo largo de su recorrido, ha ido restando aportes de tierras, tan vitales para el mantenimiento del rico ecosistema creado en el delta a lo largo de miles de años. En la actualidad, la regresión del delta del Ebro es un problema muy grave y de difícil solución que está poniendo en riesgo de subsistencia una forma de vida vegetal y animal diseñada para vivir en esos espacios naturales.

Y que, además, también puede acabar con la economía actual de este territorio: los arrozales. Las salinas, la ganadería, la caza y la pesca de antaño dejaron paso al cultivo del arroz, que ocupa buena parte de los 320 km2 del delta del Ebro. Un espacio reticulado hasta el infinito y regado por un sinfín de canales por los que el agua sube o baja en función de las mareas.

Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla