“El Duero muere en Oporto”

Fotocrónicas (CXCVIII)

¿Quién le va hacer creer a ese pequeño y atrevido reguero que nace a 2140 m. cerca de la Muela de Urbión, que su término está a 900 km. de allí? Pero ese es su sino, regar las tierras de Soria, Burgos, Valladolid, Zamora y Salamanca antes de entrar en Portugal y finalizar su periplo entregando las aguas en el Océano Atlántico, en la populosa y febril ciudad de Oporto.

El Duero es el río más caudaloso de la Península Ibérica y recoge las aguas que bajan desde la Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico y Sistema Central (de la mano de afluentes como el Pisuerga, Esla, Valderaduey, Adaja, Duratón, Tormes, Águeda…) y que forman una cuenca de más de 97.000 km. cuadrados. En su desembocadura, el Duero es un río soberbio y caudaloso.

Pero también sabio, viejo y fatigado. Quizás por ello Antonio Machado escribiera en su libro “A orillas del Duero»:

El Duero cruza el corazón de roble

de Iberia y de Castilla.

Oh, tierra triste y noble,

la de los altos llanos y yermos y roquedas,

de campos sin arados, regatos ni arboledas…

Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla