“El renacer de la tierra”

Fotocrónicas (CXXVIII)

Apenas comienza el año, la tierra empieza a rebullir. A poco bien que se hayan dado los meses anteriores, el suelo ha ido acaparando la humedad suficiente para que el grano sembrado pueda germinar y así ver la luz una nueva cosecha. Puede parecer temprano aún en el calendario, pero lo cierto es que la Naturaleza es sabia y requiere sus tiempos.  

  Con la simiente bien guarecida bajo el suelo, solo es cuestión de esperar el momento oportuno, las condiciones idóneas para asomar y ver la luz y el lugar en donde ha de crecer, espigar y granar. En el primer estadio de ese desarrollo, el cereal recién apuntado verdeguea paulatinamente los campos, entreverando sus colores propios con los ocres, rojos, pardos y amarillos del entorno.  

La imagen de hoy está tomada entre Clavijo y su barrio de La Unión. Los cielos de ese día de mediados de Enero dejaban pasar a intervalos una luz fascinante que iba iluminando de forma prodigiosa los campos de labor que se extienden hacia Alberite. Entre los chopos, se divisa la ermita de Santa Fé de Palazuelos, pero lo que es admirable en esta fotografía es el juego armónico de líneas, formas, texturas y colores… todo ello almibarado por esa luz cálida que baña el lugar.

Aunque es temprano, aunque quedan fríos que soportar, todo hace pensar en el proceso inexorable de la Naturaleza, en el renacer de la tierra.

 

Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla