“La tierra de los Pueblos Negros”

Fotocrónicas (CLII)

En el Noroeste de la provincia de Guadalajara hay un territorio singular, montaraz, de barrancos abruptos, de extensos pinares y robledales y de generosos arroyos que se hacen grandes y temerarios dando saltos entre lajas de pizarras, formando cascadas y pozas tan hermosas como las que se pueden contemplar en la imagen de hoy.  

Estamos en las estribaciones de la Sierra de Ayllón, en los límites entre Segovia, Madrid y Guadalajara. Dentro de esta última provincia, una serie de pueblos como Tamajón, Campillejo, El Espinar, Campillo de Ranas, Majaelrayo, Roblelacasa, El Cardoso de la Sierra, Almiruete, Palancares y Valverde de los Arroyos conforman un territorio que se ha dado en llamar Pueblos Negros. La singularidad y el encanto de estos lugares les viene dada por su admirable arquitectura con lajas de pizarras negras. Estos pueblos, al amparo del soberbio Pico Ocejón (2.049) parecen haber quedado varados en el tiempo, se mimetizan por su color con el entorno y exhalan un aroma a naturaleza vieja y preservada, casi neolítica.

Las Cascadas del Aljibe, que recogen la imagen, las forma el arroyo del Soto en su caída alborotada hacia el río Jarama. El lugar tiene fácil acceso por una senda balizada que realiza un recomendable circuito desde Roblelacasa, pasando por este rincón y más tarde por El Espinar. Fascinante. 

Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla