Fotocrónicas (III)
Aunque la sierra de Neila, en que se esconde este idílico paraje, no es riojana, la consideramos un poco nuestra porque en sus entrañas nace uno de los principales ríos riojanos: el Najerilla.
Su meseta cimera se eleva hasta los 2.049 metros del Campiña. Pero la mayor singularidad y atractivo de esta sierra son las lagunas. Además de la que recoge la imagen, hay un amplio repertorio de ellas, como la Tejera, Negra, Larga, la Cascada, las Pardillas, los Patos…
No en vano, Neila es serranía de antiguos glaciares, que con el devenir del tiempo han ido dando paso a estos valiosos espacios húmedos que recogen las nieves de deshielo y las van drenando, poco a poco, con sabiduría, hacia las zonas bajas para el aprovechamiento de sus tierras, animales y personas.
Territorio, además, de pinares, agrestes barrancos, pastizales y pueblos de recia belleza. Sus infinitos y generosos pinares le han otorgado riqueza y una cultura ancestral que todavía conservan en buena medida.
Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla