Fotocrónicas (CLXX)
Con sus 33 hectáreas, el circo de Gredos alberga dentro de sí el glaciar más grande de la Sierra, como también su máxima elevación, el Pico Almanzor (2591 metros). Y una cohorte de acólitos, como el Casquerazo, el Cuchillar de las Navajas, la Peña de Esbirladero o el Ameal de Pablo. Todos ellos por encima de los 2400 metros.
A los pies de estas agrestes cimas, riscosas y graníticas, se esconde la Laguna Grande, a 1940 metros de altitud, que recoge las aguas del deshielo y las va drenando por la Garganta de Gredos para terminar entregándolas con orgullo al noble río Tormes en la localidad abulense de Navalperal de Tormes.
Hay una suerte de fascinación en Gredos, en el granito que conforma sus montañas (revestido de una bella pátina de líquenes amarillo verdosos); en su abundancia de aguas que se despliegan por el territorio en forma de arroyos, cascadas y lagunas; y, cómo no, en este animal ágil y espartano que es, sin duda, el símbolo de la Sierra: la cabra montés de Gredos.