Fotocrónicas (208)
Esta fascinante obra se levantó en tiempos de Trajano (o quizás Adriano) para llevar agua de boca durante 17 km. desde el manantial de la Fuenfría hasta la capital segoviana. El servicio se mantuvo hasta 1973. Fue declarado Monumento Nacional en 1884 y Patrimonio de la Humanidad en 1985. Con certeza, se trata de una de las construcciones más reconocibles en el mundo entero.
Edificado con piedras sillares de granito sin argamasa, fueron necesarios 167 arcos sostenidos sobre 120 pilares. La obra alcanza los 28 metros de altura máxima sobre la Plaza del Azoguejo y se sostiene gracias a un perfecto estudio de las fuerzas de empuje entre los grandes bloques de granito. La visión de esta colosal obra arquitectónica cohíbe y maravilla a partes iguales.
Como si fueran aguerridos legionarios romanos, perfectamente alineados, meticulosamente pertrechados, las soberbias columnas que soportan la colosal estructura del acueducto de Segovia aguantan impertérritas el paso implacable del tiempo. Casi dos mil años contemplan el increíble acueducto de Segovia. Casi dos mil años de embelesada admiración. Y los que quedan…
Texto y fotografía: Jesús MªEscarza Somovilla