Fotocrónicas (XIV)
El Roñas es un afluente del Najerilla, que nace en el amplio circo que la Sierra de Castejón forma entre los Butrones y el San Cristóbal. Desde las cumbres, las aguas de tres barranqueras se precipitan con vértigo hacia lo más profundo del valle, en donde confluyen y, ya juntas, descienden dando saltos hasta Puente Llaría, para entregar allí su caudal al hermano mayor, el Najerilla.
La riqueza forestal abruma, hayas, pinos, abedules, cerezos, serbales, fresnos, arces, robles… La frondosidad, la variedad, el porte del arbolado fascina al montañero, que remonta el valle una mañana de otoño.
Las nieblas anegan el paisaje enganchadas en las ramas, convirtiendo la escena en una delicada labor de encaje, una sutil plumilla de tenues tonos grises. El cromatismo otoñal, que aquí adquiere una gama enloquecida de colores, hoy ofrece una suave paleta tonal.
Si el montañero consigue alcanzar las zonas más altas del valle, se sentirá plenamente gratificado.
Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla