“Apuntes a vuelapluma de Préjano”

Fotocrónicas (XXIX)

         De la antigua Prescano fortificada, no quedan ya restos de sus murallas, ni tampoco de sus puertas de la Villa y de San Miguel. Tan solo, y no es poco, aguanta su notable torre fuerte. Hasta principios del siglo XX, aún era población próspera gracias a las minas de carbón, que se venían explotando desde el siglo XVII, y que habían dado empleo y riqueza a sus vecinos. El cierre de estas minas y el consiguiente éxodo, dejó Préjano medio vacío.

         Hoy en día, llama la atención la categoría de pueblo que aún conserva. Sus dos iglesias (San Miguel y San Esteban), la torre fuerte y su encantador caserío, blanco y arracimado, forman una “línea del cielo» de gran belleza.

         Sin olvidar los dos guardianes que la defienden: por el Este, Peña Isasa, y por el Oeste, Peñalmonte. Dos moles altivas y seductoras. Entre medias, corre el arroyo Ruesca hacia el Cidacos regando sus olivos, almendros y viñedos. Que disfrutes la imagen.

Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla