“Caminar todos los caminos”

Fotocrónicas (XLVIII)

         Atrás ha quedado la Sierra de Castejón. Por delante esperan las Viniegras. Bajamos del San Cristóbal a Brieva de Cameros. El descenso no da tregua a la piernas. En poco tiempo se salvan 800 metros de desnivel. El suelo, en la primera mitad, es agradecido. Pastos de altura que ahora, en primavera, conservan aún la blandura. La segunda mitad ya es otro cantar. La tierra se suelta, se ensucia de guijarros, que ponen los pies en un brete.

         Afortunadamente, las nieblas, la cillisca, el frío, han dado paso a un tiempo amable y mullido, que esponja el musguillo del alma. El cielo se libera de los tonos grises y se engalana de luces primaverales. Así se goza en el monte, de esta forma, el montañero se siente capaz de caminar todos los caminos del mundo.

         Ese contraste entre realidad y fantasía se refleja perfectamente en la imagen. Hay mucho de prodigio en la naturaleza, y el montañero sabe de ello y no quiere renunciar ni un ápice a esa maravillosa sensación que le anega cuando se echa al monte.

Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla