“El mundo desde Peña Bajenza”

Fotocrónicas (XLVII)

         Como ya se ha dicho, el río Iregua nace en los hoyos glaciares de Sierra Cebolera. Desciende hacia el Norte buscando el Ebro, en el que desagua tras 62,5 km. Pero más atrás, en Islallana, el río se topa con las peñas de conglomerados rojos que comprimen el paso, antes de abrirse de forma desmedida, haciendo sitio a uno de los parajes más fecundos y sugestivos de La Rioja: las tierras de frutales del bajo Iregua.

         La mejor Atalaya para gozar de este espectáculo es, sin duda, Peña Bajenza. Con apenas 950 metros de altitud, su cumbre (también conocida como La Cruz), es un soberbio oteadero de estas fecundas tierras de aluvión, de su piedemonte abancalado, de su vega, reticulada hasta que la vista se pierde, y poblada de frutales de increíble feracidad.

         Cualquier día, a poco el tiempo se muestre propicio, sentarse en la cima de esta hermosa montaña y dejarse llevar por los sentidos, es un privilegio propio de faraones. Que lo disfrutes con calma.

Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla