Fotocrónicas (XXXIII)
Si hay un paraje hermoso y apetecible para caminar en Mayo en las sierras riojanas, ése es el Serradero. El manto vegetal, fresco y mullido por las lluvias primaverales, explota en verdes de una intensidad lujuriosa. El placer de caminar ese terreno entra por los pies y anega todos los sentidos.
El Serradero es un cordal que engarza la vertiente Sur de la Sierra de Moncalvillo con el extremo Norte de la Sierra de Castejón. La vertiente Este del Serradero cae hacia el valle del Iregua y en sus faldas se asientan pueblos como Nestares, Torrecilla y Nieva de Cameros. Mientras que el lado de poniente baja a tierras del Najerilla, con poblaciones como Castroviejo, Ledesma, Pedroso y Anguiano. Toda la meseta superior ofrece pastos inacabables. Las faldas orientales, mayormente monte bajo; las de poniente, frondosos bosques.
Ese día, la exhibición de las nubes fue de una belleza increíble. La imagen la tomé durante la Subida a Valvanera, la emocional romería por monte que realizamos cada mes de Mayo.
Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla