Fotocrónicas (IX)
Pocos territorios en La Rioja tan montaraces como el que conforma la jurisdicción de este municipio. Desde el pueblo, a 650 metros de altitud, cualquier ascensión que afrontemos nos exige un esfuerzo notable. Las laderas arrancan con furia hacia el cielo, pobladas de una abundante vegetación arbustiva de brezos y retamas, o de ricos bosques de carrascas, robles y hayas.
El Najerilla baja poderoso, bien alimentado por las aguas almacenadas en el embalse de Mansilla. El curso del río delimita la Sierra de la Demanda (a su izquierda) y la comarca de las Viniegras (a su derecha).
En la imagen, tomada desde los Butrones, observamos el barrio de Cuevas, en Anguiano. Y podemos comprobar también el tremendo desnivel de las faldas del monte San Quiles, que se yergue, soberbio, sobre el caserío del pueblo. Que disfrutéis con este paisaje.