Fotocrónicas (LI)
Hasta principios del siglo XX, en que surge la producción industrial de hielo, la manera de proveerse de nieve y de hielo era mediante las neveras de montaña. El laboreo era ciertamente penoso, debido a la dureza del medio y a la precariedad de la indumentaria utilizada por los trabajadores.
El proceso se iniciaba con el acarreo de la nieve hasta la nevera, en donde era prensada para convertirla en hielo y también para reducir su volumen. Con un grosor regular, se iban formando capas separadas por hojas, paja y leña a fin de que más tarde se pudiera extraer cortado en bloques. El porteo a pueblos y ciudades era acometido con caballería y se hacía durante la noche para evitar en mayor medida la pérdida del hielo a causa del calor. El uso del hielo era fundamental, tanto con fines alimenticios como medicinales.
La nevera de Trevijano fue recuperada hace unos años, es del siglo XVI, tiene 7 metros de diámetro por unos 10 de fondo, se halla situada a un kilómetro al Norte del pueblo, y a una altitud de casi 1.000 metros.