“Respomuso, la magia del Pirineo”

Fotocrónicas (CLXXXIX)

Una de las más hermosas caminatas en Pirineos es, sin duda, el ascenso desde el embalse de La Sarra hasta el ibón de Respomuso siguiendo el barranco de Aguas Limpias. Puro espectáculo en que la naturaleza se explaya a su gusto para mostrarnos cuán magnífica y poderosa puede llegar a ser a poco que se lo proponga.

Estamos en el cogollo del Pirineo oscense, valle de Tena, término de Sallent de Gállego. El barranco de Aguas Limpias tiene su nacimiento en el propio ibón de Respomuso, que recoge las aguas de docenas de arroyos que se despeñan del inmenso circo de Piedrafita que lo rodea. Cumbres como el Frondellas, Cristales, Forqueta, Musales, Gran Facha, Tebarray y el coloso local Balaitus vigilan el entorno desde cotas entre 2500 hasta los 3144 m.   

A mediados del siglo XX se represó el ibón con un dique de hormigón que supuso un reto tecnológico a la par que una enorme controversia social. A pesar de ello, hoy en día, es un verdadero privilegio contar con piernas que nos lleven desde La Sarra (1432 m.) hasta el propio ibón (2133 m.), tras 7,15 km. de apasionante ascensión, 710 m. de desnivel positivo y un tiempo de subida de casi 3 horas. Sencillamente, pura vida.

Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla