Fotocrónicas (LVII)
La sierra de la Hez, hacia el Norte, vierte a las tierras de Ocón, un amable piedemonte que acoge los pueblos de La Villa, Santa Lucía, Pipaona, Los Molinos, Aldealobos, Oteruelo y Las Ruedas. Desde los 1.388 metros de altitud que tiene el Cabimonteros, las aguas bajan por varias barranqueras, regando estas tierras sedientas, buscando el Ebro, allí en Alcanadre.
A la par que iban perdiendo vecinos, los pueblos fueron poco a poco mejorando su condición, ofreciendo hoy en día un aspecto encantador. Es la ironía de los tiempos. Pero esto no ha ocurrido en Oteruelo, que vemos en la fotografía. El abandono y la ruina le han dado un aire lastimoso y fantasmal.
Lo cierto es que estas tierras suaves y gratas de Ocón ofrecen al montañero un ámbito ideal para caminar por sus campos de cereales, almendros, viñas y frutales. Más arriba, la frondosidad del monte puebla de ricos bosques de hayas y robles este lado de la sierra. Pero por esos pagos hemos de entrar a caminar otra jornada.
Texto y fotografía: Jesús Mª Escarza Somovilla